lunes, 20 de abril de 2020

Aprovechar hasta el último rayo de sol de primavera




Me siento al sol una tarde de los últimos días de abril
Los rayos del sol en el cuerpo, en el rostro
Son los regalos enviados del reino donde se pisa la uva en comunidad

Un sol que ilumina al pobre, al alienado, al herido
Son tiempos de pandemia
Son tiempos de metamorfosis
Son cambios, son observaciones

Un sol que aparece de golpe
A borrar el grito en coro de miles en tormento
A entibiar el alma de los presos
Acariciando al ansioso, al que padece la angustia de vivir.

Me siento al sol un rato y no pienso
Y quizás si pienso, pero no
Un poco pienso en todo
un poco en nada  

Miro el cielo y pienso
En esos días de mi juventud serena
En el pasto de mi compañera
y un limón con sal mirando las estrellas fugaces
pidiendo deseos incumplidos


Siento el sol y pienso
Que un día ya no lo sentiré
Que si hay vida después de esta
¿Habrá sol también?

Siento el sol y siento
Siento el alma
Siento el cuerpo
Siento mis pensamientos
Y también no los siento

Siento el sol y me alegro
Y también me apeno
Pienso en todos aquellos
Que sufren entre paredes frías
Esta condena interminable

Siento el sol y escucho
El silencio de la cuarentena
Es un mausoleo profundo
Un escondite etéreo

Siento el sol y es como si estuviera cubierta por una frazada de abuela
Tibia, gruesa, lana, oveja
Es como si una diosa griega me estuviera acariciando el pelo
Es como si el tiempo tibio fuera siempre el mismo tiempo

Siento el sol mientras espero la muerte
Mientras me enfermo agonizante
Y me despido de este universo
Y de esta vida arbitraria

Siento el sol mientras llega mi vejez
Mientras me arrugo y me aparecen canas
Mientras mis tetas caen al lodo y se desvanecen
Mientras mi trasero baja medio milímetro por pensamiento

Siento el sol mientras te pienso
Mientras tu sonrisa bella llega a mis pensamientos
Mientras recuerdo nuestros momentos ausentes
Mientras me retuerzo de pensar que ya te vi en esta vida
y no será hasta la siguiente

Siento el sol y pienso en mi patria sureña
en mi tierra verde y mi mar rabioso
en mis montañas andinas eternas
y en mis caminos estrechos de piedras añosas

Siento el sol y pienso que es el mismo sol de California
el mismo que he sentido de niña en las costas chilenas
El sol del Machu Picchu
El sol dios

Siento el sol y pienso que son los mismos rayos que sintió mi abuela
los mismos que cayeron en el rostro de mi perro
que murió ahogado en una acequia


Siento el sol y pienso que la vida no existe y no es jamás
O tal vez es y la vivo
Pero no sé vivirla
Solo es un intento-








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